Seamos realistas. Estás aquí porque quieres crear una marca de esterillas de yoga increíble, pero también te aterra elegir la fábrica equivocada y ver cómo tu inversión se esfuma. Lo entiendo. He visto a innumerables emprendedores apasionados quemarse por culpa de intermediarios con labia o fábricas que recortan gastos.
La verdad es que un gran producto no es fruto de la casualidad. Es el resultado de elegir un gran socio. Pero, ¿cómo encontrarlo entre tantas opciones? Hay que hacer las preguntas que desvelan la retórica del marketing.
Olvídate del discurso comercial genérico. Estas son las 10 preguntas que haría si fuera mi dinero el que estuviera en juego. Esta es la conversación que separa a los profesionales de los farsantes.
1. «Olvídate del folleto. Háblame de tus materiales como si estuviéramos tomando una cerveza. ¿Cuál es la verdad sobre cada uno de ellos?».
El material de una alfombra es su personalidad. Es la diferencia entre una alfombra que gusta a la gente y una alfombra que acaba en el fondo del armario. Cualquier fábrica que merezca la pena puede mantener una conversación sincera y sin rodeos sobre este tema.
- PU + Goma: Este es el Lamborghini. Increíblemente adherente, especialmente cuando estás sudando. Se nota que es de primera calidad porque lo es. ¿La desventaja? Es caro y hay que tratarlo con un poco de respeto.
- Esterillas de yoga de TPE: El favorito del público. Es ecológico, ligero y ofrece el equilibrio perfecto entre amortiguación y agarre sin un precio elevado. Una opción fantástica y segura para la mayoría de las marcas.
- Caucho natural: Para los puristas. El agarre es legendario y tan natural como puede ser. Solo hay que ser sincero con los clientes: es pesado y al principio tiene un olor terroso característico. Es una característica, no un defecto.
- PVC: La opción barata. Es duradera y muy económica, por lo que los gimnasios la compran por camiones. Pero no finjamos que es ecológica o ideal para el yoga caliente. Si tu marca se basa en la calidad, probablemente puedas encontrar algo mejor.
- Corcho y yute: Las bellezas naturales. Tienen un aspecto increíble y una gran historia ecológica. El corcho se vuelve más adherente con el sudor; el yute tiene un tacto maravillosamente terroso. Son productos nicho, pero para la marca adecuada, son un gran éxito.
2. «Explíqueme qué ocurre al día siguiente de realizar mi pedido. ¿Cómo es realmente su línea de producción?».
No se trata de que te conviertas en un experto en fabricación. Es una prueba de transparencia. Una buena fábrica se enorgullece de su proceso. Les encanta mostrar sus instalaciones limpias y sus máquinas modernas. Una fábrica que tiene algo que ocultar te dará respuestas vagas y llenas de jerga.
3. «Hablemos de dinero. ¿Cuál es su MOQ y cómo son *realmente* sus descuentos por volumen?».
Ah, el MOQ (cantidad mínima de pedido). El asesino de sueños para tantas startups, un tema que tratamos en nuestro Guía para startupsEl MOQ de una fábrica te indica si está preparada para trabajar con marcas en crecimiento o solo con grandes empresas. Nunca preguntes simplemente «¿cuál es el mejor precio?». Para obtener un desglose completo de los costes, consulta nuestro guía de elaboración de presupuestos.
4. «¿Hasta qué punto puedo personalizarlo? ¿Solo estampamos un logotipo o podemos crear algo único?».
Aquí es donde tu marca cobra vida. OEM significa que tú aportas el diseño completo; ODM significa que tú eliges entre sus plantillas. Necesitas saber cuán flexibles son.
5. «¿Qué ocurre cuando encuentras una alfombra defectuosa? Descríbeme tu proceso de control de calidad».
«Tenemos un excelente control de calidad» es la frase más inútil en este negocio. No significa nada. Necesitas conocer su *sistema*. ¿Qué ocurre cuando un trabajador ve una alfombra con una burbuja? ¿Se desecha? ¿Se marca? ¿Quién toma la decisión final?
6. «Enséñeme la documentación. ¿Puedo ver sus informes recientes de auditoría RoHS y BSCI?»
No es algo «que estaría bien tener», es un factor decisivo muy serio. Piensa en ello como la calificación de seguridad de un coche. La normativa RoHS garantiza que la alfombra no contiene sustancias químicas nocivas. La BSCI garantiza que tratan a sus trabajadores como seres humanos. Si te importa la reputación de tu marca, tienes que preocuparte por esto.